El Home Staging (‘puesta en escena de la casa’) busca optimizar la presentación de una vivienda para agilizar su comercialización.
Su finalidad es hacerla más atractiva para atraer más clientes potenciales y obtener mayor beneficio en su venta o alquiler.
Su origen hay que buscarlo simultáneamente en los años 70 en EEUU y Canadá. Allí coincidieron una gran oferta inmobiliaria con el desarrollo de nuevas técnicas de marketing.
Si vendes o alquilas una vivienda, el Home Staging puede interesarte y ayudarte a diferenciarte de la competencia. Sobre todo con el auge de webs y aplicaciones, donde los compradores realizan la primera criba basándose en las fotos. Te enseñamos las claves para amueblar y decorar tu casa para que parezca sacada de una revista.
Iluminación correcta y con clase
Una de las grandes olvidadas a la hora de decorar una vivienda es la iluminación de las diferentes estancias. Es indicutible: para poder ver es necesario disponer de la luz correcta, no vale cualquier fuente de luz. Una iluminación muy tenue nos dará la sensación de estancia oscura y triste y, por el contrario, una luz demasiado intensa nos provocará estrés y ganas de salir de ahí cuanto antes. La primera regla en este caso es elegir la lámpara o aplique adecuado para el uso que vamos a darle a la sala.
Existe una amplia variedad de apliques de salón diseñados para ofrecer un ambiente cálido y acogedor a la vez que se adaptan al estilo de la decoración. Sin embargo, seguramente no serían adecuados para colocarlos en otra zona de la casa. Por ejemplo, la luz que necesitamos para cocinar es mucho mayor y por esa razón los fabricantes comercializan apliques para cocina específicos para este uso. Lo mismo ocurre con el resto de estancias: lámparas de pared para dormitorio, apliques de baño o incluso lámparas para escaleras, pasillos o terrazas.
Despersonalizar la vivienda
El Home Staging no consiste en decorar la vivienda con un estilo determinado. Al contrario, los posibles clientes no se sienten a gusto en una casa muy personalizada. Les cuesta proyectarse en ella.
Por ello, uno de los principios más importantes del Home Staging es despersonalizar la vivienda. Crear un entorno neutro, pero acogedor, en el que se pueda imaginar viviendo el mayor número de personas.
Para lograrlo, lo primero que debemos hacer es limpiar, ordenar y retirar objetos personales. Parece una obviedad. Pero si navegas por los portales inmobiliarios verás pisos abarrotados de trastos, con cajas e incluso bolsas de basura por medio.
Además, con tanto mueble y cacharro, parecen más pequeñas y viejas, cuando el espacio y la sensación de amplitud son determinantes.
Reparaciones y pintura
El siguiente paso es hacer pequeñas reparaciones: manillas, persianas que no suben, grifos que gotean, bisagras, un cristal roto,…
También hay que atajar los olores desagradables de las cañerías y retretes. Se quedan en la memoria. Y, por supuesto, eliminar las grietas y manchas de humedad en la pared.
Una mano (mejor dos) de pintura es una forma rápida, barata y eficaz de darle un nuevo aspecto a la vivienda. La mejor opción es el blanco. Le confiere a la casa el aspecto neutro que buscamos, ilumina y va con todos los muebles.
Una vez listo el continente, vamos con el contenido. Debemos aprovechar y distribuir adecuadamente el espacio con muebles sencillos de líneas rectas.
No debe haber demasiados. Podemos aprovechar los que tiene el piso si no están viejos ni gastados.
Limpiar el baño
La cocina y el baño merecen una mención aparte. Se trata de dos puntos críticos, si el que compra no quiere meterse en reformas.
Asimismo, evidencian la antigüedad de la vivienda y pueden modificar el precio a la baja. Por eso es clave aplicar técnicas de Home Staging en estas estancias.
El baño es muy importante. Los hay que dan asco, y esa sensación marca el resto de la visita. Hay que tirar cortinas, escobillas, toallas, alfombrillas, botes y restos de jabón, elementos oxidados…
Después hay que limpiar a fondo, eliminando suciedad y olores. Y si es necesario, cambiar los sanitarios y el espejo. Este último reflejará la luz y ampliará visualmente el espacio.
Si el alicatado es muy viejo, se puede pintar con productos especiales. También podemos colocar un suelo laminado sobre el existente.
Home Staging en la cocina
Respecto a la cocina, hay que extremar la limpieza. Los armarios y cajones deben estar limpios por fuera y por dentro. Los cristales y azulejos, relucientes y las juntas, blancas.
En estos espacios amontonamos muchos objetos en las paredes, cajones, la estantería del microondas. Como hemos visto ya, todo esto va fuera. Las cortinas o visillos, también.
El siguiente paso es sustituir los electrodomésticos viejos por otros mejores. Podemos comprarlos en rebajas o incluso de segunda mano.
Si no tenemos presupuesto para cambiar muebles, podemos sustituir la encimera y las manillas. Si los azulejos son blancos, los dejamos (bien limpios). En el suelo se pueden pegar baldosas o lamas de vinilo.
¡Listo! El último paso para sacar el mejor partido posible a nuestra vivienda es sacar unas buenas fotos.