Vivir con animales de compañía aporta muchos beneficios. Y para los que compartimos piso con uno, son un miembro más de la familia. Por eso, al igual que sucede con los niños, debemos considerar su presencia a la hora de decorar.
Es cierto que una casa con mascotas tiene cierto nivel de desorden, pero esto no significa renegar del estilo. Si estas planificando algunos cambios y reformas, vamos a ayudarte con algunos consejos.
Pavimentos cerámicos
La elección de suelos es importante en cualquier proyecto de decoración. Y más si se trata de una casa con mascotas. No sólo deben ser bonitos, sino resistentes a los arañazos y fáciles de limpiar.
La mejor elección son los pavimentos cerámicos, que aguantan el paso de las cuatro patas. No sólo no se rayan fácilmente, sino que no se estropean en caso de ‘escapes’.
En la actualidad hay propuestas espectaculares: con efecto óxido, cemento pulido, que imitan piedra, madera, etc. Así que con esta opción no renunciamos al mejor diseño.
A algunos animales les resulta algo frío y no les gusta tumbarse en ellos. Pero con una manta o camita solucionaremos el problema.
Suelos laminados
Otra opción viable podrían ser los suelos laminados de uso intensivo. Éstos tienen una capa de desgaste que protege de los roces y arañazos.
Pero la limpieza se hace en seco, con un aspirador o con una fregona muy escurrida. Y requieren limpiadores específicos para una intervención más profunda.
Por el contrario, la madera no es una buena elección para una casa con mascotas. Se raya y le afecta la humedad, lo que complica la limpieza. Además, la orina del animal puede penetrar en el material dejando manchas y olores.
Por el mismo motivo, rastros de pis y otras cosas, tampoco recomiendo las alfombras y moquetas. Su limpieza y mantenimiento son costosos, y a veces es imposible eliminar el olor a orina. Por no hablar del pelo que pierde nuestro amigo.
Tapicerías y textiles
Hay telas que son otro ‘imán’ para los pelos, como la seda o el terciopelo. Huye de ellos a la hora de elegir cojines y tapicerías para una casa con mascotas.
Vas a necesitar muchos metros de tela, porque tendrás que cubrir tu sofá y sillones con fundas. Compra tejidos que puedas lavar en casa.
Hay tejidos que repelen los pelos de los animales, similares a los que se utilizan en las camas de mascotas. Otra opción son el cuero o el microante, donde éstos no se adhieren.
Asimismo, la elección de colores puede ayudarte a disimular pelos y manchas. Sobre los diseños estampados, por ejemplo, se ven menos que en un color sólido. Aunque lo mejor es elegir un color similar al pelo de nuestro amigo –salvo que sea blanco-.
Objetos decorativos
Otra cuestión que debemos plantearnos, si compartimos vivienda con nuestra mascota, son los artículos decorativos. Especialmente los más frágiles, como jarrones, etc.
Es mejor no tener objetos de mucho valor, porque si se rompen accidentalmente nos fastidiará –además del riesgo de heridas-.
Mantén los recuerdos de familia y elementos más caros alejados del perro y del gato, en estanterías altas o lugares de difícil acceso.
Tampoco está de más crear un espacio o rincón especial para nuestro amigo, donde pueda relajarse y sentirse ‘en casa’. Coloca sus juguetes y una cama bonita –no estropees la decoración con una manta vieja-, y procura que esté cerca de la entrada.