¿Tienes una vivienda vacía y quieres rentabilizarla poniéndola en alquiler? Estamos en el momento ideal para adaptar y amueblar un piso para estudiantes. Sobre todo en el contexto actual, en el que se están aprobando normativas que limitan los alquileres turísticos.
Esta solución puede ser ventajosa, ya que los impagos no son habituales, porque el alquiler lo pagan los padres.
Además, el contrato es de temporada y no está sujeto a la prórroga que marca la ley. Por lo tanto, puedes disponer de la vivienda en unos meses, si la necesitas o quieres venderla. Y también conlleva ventajas fiscales.
Como siempre en decoración, el presupuesto es clave. ¿Cuánto dinero quieres gastar? Plantéate primero cuánto vas a cobrar por el alquiler mensual y destina a la decoración el equivalente a tres meses.
Primeros pasos
Este tipo de viviendas suelen convertirse en un contenedor de muebles y trastos viejos. Pero no es la práctica más recomendable. Sobre todo si vas a amueblas un piso para estudiantes de una zona con mucha oferta.
Si los muebles y enseres están muy deteriorados y pasados de moda, parece que los has puesto allí porque no te importa que se rompan.
Además, estas viviendas son compartidas y entran en conflicto los gustos personales de diferentes inquilinos… y de sus padres. Por ello, es mejor optar por un estilo sencillo y neutro, que guste a la mayoría.
Así que haz un buen repaso a todas las estancias y dona lo que no encaje. Puedes dejar algunos muebles que admitan una capa de pintura a la tiza. Por ejemplo, una cómoda con cajones o las sillas del comedor.
Después, haz un listado con las reparaciones que necesitas acometer. Comprueba las que cubre el seguro de la vivienda –electricidad, fontanería,…-, y así podrás afrontarlas sin coste. No olvides instalar WIFI. Es un detalle esencial.
Una habitación: tres usos
El siguiente paso es una buena limpieza y comprobar si necesitas cambiar los sanitarios o algún electrodoméstico. Aprovecha las rebajas. También hay tiendas de descuento donde los venden nuevos, con algún golpe o arañazo, que pueden ser un buen recurso para ahorrar.
Antes de empezar a amueblar un piso para estudiantes, pinta toda la vivienda de un blanco cálido. Aportará más luminosidad y te servirá de telón de fondo para cualquier elemento.
Ahora pasamos a los dormitorios. En los pisos de estudiantes son un elemento clave, ya que son el refugio particular de cada inquilino. Y, por pequeño que sea, debe tener tres usos: zona de dormir, estudio y almacenaje.
Para optimizar el espacio, instala camas individuales con cajoneras. Apuestas por las líneas sencillas y evita las estructuras voluminosas. La Släkt de Ikea, por ejemplo, combina el almacenaje con asientos extra.
Para guardar la ropa, recurre a los armarios en kit, pero combinando muebles altos y bajos, cajoneras, columnas y baldas. Ganarás estilo y funcionalidad, como en el ejemplo de Leroy Merlin.
Para estudiar, aprovecha el espacio construyendo un escritorio con un tablero y dos cajoneras. Si es posible, colócalo debajo de una ventana.
Vida social
Al amueblar un piso para estudiantes, ten en cuenta que el salón es su tarjeta de presentación ante los demás. Allí quedan patente los gustos, aficiones,… y hacen vida social.
Deshazte del sofá de escay y coloca uno cuyas fundas puedan retirarse y lavarse con comodidad. O compra una funda aparte. Todavía mejor si es un sofá-cama, para los invitados.
En la limpieza general habrás donado el mueble de la sala que va de pared a pared, con estantes, puertas, mueble bar y hueco para la tele antigua y muchas molduras.
Cuelga la tele –plana- de la pared o colócala en un mueble sencillo. Y completa la decoración con unas estanterías, una mesa de madera natural, las sillas recicladas y asientos extra, como en la propuesta vista en Houzz.
Las cortinas y las lámparas envejecen mucho un ambiente. Sustituye las primeras por estores sencillos y las segundas, por unos focos.
Como detalle, prepara una pared de acento con pintura de pizarra para que puedan personalizarla, trabajar o usarla como centro de mensajes.